69.Ib.Cuadrante Iltirta.

Sus acuñaciones más antiguas deben situarse entre las primeras de las conocidas por la investigación como “dracmas ibéricas de imitación emporitana” que muestran en reverso el Pegaso con la cabeza sin modificar, formato atípico en este tipo de amonedaciones de plata. Por tanto, es lógico situar cronológicamente el proceso masivo de acuñación de estas dracmas de Iltirta en los momentos iniciales, o incluso anteriores, al conflicto de la Segunda Guerra Púnica y el proceso masivo de emisión de monedas de plata para sufragar las importantes campañas realizadas en suelo peninsular. Por tanto, las primeras emisiones de plata muestran una secuencia que se puede ordenar a través de diversos parámetros, tanto iconográficos, estilísticos, como epigráficos. Debió iniciar la serie con un grupo de raras dracmas con cabeza masculina en anverso y sin delfines, particularidad documentada hasta el momento solo en este taller, y en el reverso un Pegaso con la cabeza sin modificar y anepigráfica. La siguiente emisión, muy próxima estilísticamente, ya presenta la leyenda, iltiŕtar. Mientras que la última serie con cabeza masculina en anverso ya cuenta tanto con la leyenda iltiŕtar como con la cabeza modificada del Pegaso. Es así como se da comienzo a las dracmas con cabeza femenina rodeada de delfines y las diferentes leyendas que podemos reconocer: iltiŕtar, iltiŕtaśalir, iltiŕtaśalirustin e iltiŕtaśalirnai. Los divisores, que debieron ser coetáneos o algo posteriores a las dracmas, muestran la cabeza masculina sin delfines y, excepcionalmente, cabeza femenina. Los reversos varían entre los que muestran cuatro o tres radios en los que se distribuyen aleatoriamente las letras M y A, clara aproximación o inspiración con los óbolos masaliotas del siglo III a. C., un creciente y el símbolo lobo (con cuerpo completo, y el prótomo o cabeza del mismo) y la leyenda iltiŕta o iltiŕtar o careciendo de ella.

Las primeras monedas de bronce es posible situarlas en los momentos finales del siglo III a.C. y comprenden para la serie de mejor estilo, un anverso masculino para la unidad y la mitad, y una cabeza femenina para el cuarto. Asimismo, son el lobo, el león y el jabalí los animales elegidos para los reversos. Es posible que unas emisiones que cuentan con unidades y todos sus divisores de bronce pudieron haber sido acuñadas en la propia ciudad en un momento muy concreto de necesidad de numerario o en algún taller próximo, pero bajo la órbita de Iltirta aunque su estilo es muy inferior al resto. Sin duda, este es un cambio importante en la ordenación que afecta a los bronces ACIP 1274-1282. Se trata de series para las que no se conoce contexto arqueológico y que solo pueden datarse por sus elementos intrínsecos. Aunque resulta arriesgado pronunciarse en torno a su cronología, parecen existir más argumentos para colocarlas en las fases iniciales de la producción que hacia su final. Ello se justificaría en base a los siguientes criterios; su arte recuerda a las series de fraccionarias; su fábrica no se asemeja a las series más recientes; sus símbolos guardan más similitud con las series iniciales de plata que con las emisiones recientes; la existencia de un tipo con cabeza a izquierda no parece casual, ya que no se adopta en ningún otro tipo de bronce y encuentra paralelos en las series de fraccionarias; sus epígrafes, tanto por la forma de sus signos como por sus desarrollos, presentan características propias de una fase inicial y difieren por completo de la serie más reciente de unidades con lobo.